Una vez, en una noche de luna llena
Una vez, en una noche de luna llena, mientras se paseaba por las playas del océano junto con Sus devotos, saboreando el néctar de los pasatiempos de Krsna, el Señor, repentinamente vio el reflejo de la luna danzando sobre las olas del océano y la reminiscencia de la belleza romántica de los pasatiempos de Sri Krsna en el río Yamuna despertó dentro de Su corazón, lo cual le emocionó sobremanera, desmayándose en ese mismo lugar. Al siguiente instante, sin ser notado por nadie, la divina forma del Señor, que parecía dormida (y que se había vuelto muy liviana y tan flotante como un pedazo de madera gracias a Su absorción extática), fue entonces llevada por la brisa, con un ritmo dulce y alegre, sobre las crestas de las olas del mar.
En ese momento, Él vio los maravillosos pasatiempos transcendentales de los juegos acuáticos que Sri Krsna realiza con las sakhis en el río Kalindi y permaneció sumergido en ese insondable océano del éxtasis. Yo canto con gran deleite las glorias infinitas de mi hermoso y dorado Señor Gaurasundara, la divina morada del amor puro.
Cuando los devotos vieron a Su Señor
Los devotos cansados después de haber buscado a su Señor durante toda la noche, finalmente Lo encontraron en las tempranas horas de la mañana, yaciendo sobre las mojadas arenas de Cakratirtha, como una figura llena de tranquilidad. Su divina forma, de buen talle, se encontraba ahora muy alargada, relajada y dormida, con los miembros fuera de sus junturas y completamente flácidos. Cuando los devotos vieron a Su Señor, los ojos se les llenaron con lágrimas de gozo. Yo canto con gran deleite las glorias infinitas de mi hermoso y dorado Señor Gaurasundara, la divina morada del amor puro.
El fuerte cantar de los Santos Nombres de Krsna
Cuando el fuerte cantar de los Santos Nombres de Krsna, realizado por los devotos en completa ansiedad, entró por el oído del Señor y tocó luego Su corazón, inmediatamente Sus dislocados miembros se juntaron de nuevo. De este modo, Su previa y natural bella forma reapareció y, todavía semi inconsciente, con el corazón apesadumbrado por el humor de la separación, comenzó a describir los pasatiempos del Señor Sri Krsna percibidos por Él cuando se encontraba completamente inmerso en Su absorción divina. Yo canto con gran deleite las glorias infinitas de mi hermoso y dorado Señor Gaurasundara.