Pundarika Vidyanidhi abrazó a Gadadhara Y lo aceptó como su discípulo
Pundarika Vidyanidhi abrazó a Gadadhara
Y lo aceptó como su discípulo
Cuando Pundarika Vidyanidhi vio que Gadadhara Pandita lloraba incesantemente, empapando sus vestimentas con lágrimas de arrepentimiento, abrazó a Gadadhara Pandita de inmediato. Comprendiendo lo que Gadadhara pensaba, Mukunda dijo: "La duda surgió en la mente de este joven devoto cuando vio su exótico y mundano entorno. Él es un devoto excelente. Aunque muy joven, es muy maduro. Él necesita desesperadamente un maestro espiritual eminente como usted. Por favor, Maestro mío, tome en consideración mis pensamientos y otórguele iniciación a este joven en un día auspicioso". "El Señor ha dispuesto que conociera a un devoto tan excelso como Gadadhara", replicó Pundarika sonriendo, "ésa es mi gran fortuna. Debido a los méritos piadosos que he acumulado, ahora se me ofrece la oportunidad de tener un discípulo consagrado como Gadadhara. Ciertamente complaceré tu deseo. En el doceavo día de la luna creciente, cumpliré tu intenso anhelo", afirmó Pundarika con un corazón regocijado.
Cuando él y Mukunda se despidieron y ofrecieron sus respetos a los pies de Pundarika, Gadadhara Pandita se sintió inmensamente feliz. Mukunda y Gadadhara Pandita informaron a Srî Caitanya del arribo de Pundarika y le relataron su conmovedor pasatiempo con él. Cuando Srî Caitanya El Gran Maestro, escuchó las nuevas, se llenó de júbilo. Pundarika Vidyanidhi, dejando a sus discípulos, fue a ver al Gran Maestro en la noche, sin que nadie lo viera.